lunes 01 de julio de 2024 - Edición Nº538

Investigación | 17 nov 2023

ICEERS

Profesionales suizos de la salud pública exploran el modelo de club social de cannabis en Barcelona


Barcelona constituye la cuna y el epicentro del modelo de clubes sociales de cannabis (CSC) sin ánimo de lucro en Europa. Este enfoque pionero en el consumo y la regulación del cannabis ha inspirado a otros países a seguir su ejemplo. Los activistas locales informan de que Barcelona cuenta con más de 200 CSCs, y unos 350 en toda Cataluña. En España, los CSCs son organizaciones sin ánimo de lucro que ofrecen a las personas mayores de edad un espacio para el consumo y el cultivo de cannabis. Los clubes se centran en promover el bienestar a través de herramientas sanitarias, sociales y legales, y ofrecen una alternativa al mercado no regulado del cannabis. 

El modelo de club social de cannabis en Cataluña actúa como un laboratorio para recopilar datos valiosos sobre las prácticas de reducción de daños. Al adoptar un enfoque impulsado por la comunidad, protegen a sus miembros de las consecuencias imprevistas de las políticas basadas en la prohibición. Sus esfuerzos no sólo reducen los riesgos, sino que también ayudan a desestigmatizar el cannabis, contribuyendo así a un panorama de políticas de drogas más inclusivo e informado. 

Cataluña, y España en su conjunto, carecen en la actualidad de una normativa específica que regule los CSCs, lo que da lugar a una zona jurídica gris. Sin embargo, el interés internacional por el modelo de los CSCs va en aumento. Países como Suiza, Malta y Alemania están tomando medidas para establecer puntos de acceso centrados en la comunidad dentro del marco regulador del cannabis que se encuentra en desarrollo. 

En agosto de 2023, la ciudad de Zúrich, en Suiza, inició un programa piloto de estudio de CSC llamado Züri Can. Esta innovadora iniciativa pretende explorar el impacto de la venta regulada de cannabis en los patrones de consumo y la salud de los participantes durante tres años. El programa funciona de conformidad con la normativa de la ciudad e informa de sus resultados a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU. 

El estudio piloto Züri Can puede acoger a 2.100 participantes y cuenta con 21 puntos de dispensación que incluyen farmacias, clubes sociales y un centro de información sobre drogas. Introduce el modelo de club social, que permite a sus miembros comprar y consumir cannabis legalmente. Los datos recogidos servirán de marco fundacional para la elaboración de políticas informadas en el país. El programa se centra en la salud psicológica y el bienestar, con interés en estudiar cómo afectan las pautas de consumo a la salud mental de las personas que consumen cannabis. 

 

Creación de alianzas en el marco de los CSCs 

ICEERS lleva más de una década participando en el ámbito de los CSCs. Nuestra organización ofrece visitas guiadas a los clubes en Barcelona para responsables políticos internacionales, trabajadores sanitarios y activistas interesados en comprender este modelo pionero. Estas visitas proporcionan un conocimiento exhaustivo del modelo de CSC y abarcan aspectos históricos, jurídicos, operativos y financieros de la escena local. Estas reuniones facilitan el intercambio internacional y las oportunidades de establecer contactos con expertos en reducción de daños, salud pública, defensa de derechos y campos afines. La intención es que los futuros modelos de club social de cannabis integren sus aspectos prometedores y ayuden a mitigar los desafíos. Los intercambios internacionales y la información pueden poner de relieve tanto las ventajas como los inconvenientes, fomentando una perspectiva más integradora y polifacética de la política de drogas. 

Recientemente, un grupo de profesionales suizos de la salud pública que participan en el nuevo programa piloto de Zúrich visitó un CSC local en Barcelona para intercambiar información sobre estrategias de reducción de daños, pautas de consumo de cannabis y el potencial de los CSCs para impulsar un cambio positivo. 

Delegados suizos visitan el club Sagrada María. 

Esta visita tuvo lugar en Sagrada María, un pequeño club social centrado en el apoyo a la comunidad, que ofrece amplias pruebas de laboratorio para el cannabis con el fin de educar e informar a sus miembros. ICEERS también invitó a activistas cannábicos locales a compartir sus puntos de vista con la delegación suiza. Anna Obradors Pineda, investigadora afincada en Barcelona que está realizando un doctorado en Antropología Social en la Universitat Rovira i Virgili, proporcionó información sobre los resultados actuales de los CSCs en Barcelona. Analizó algunos de los puntos fuertes y las limitaciones del modelo y preguntó por los avances del programa piloto suizo. Ana Afuera Gómez, miembro fundador de La MACA Barcelona (Movimiento Asociativo de Autoconsumo de Cannabis), ENCOD (Coalición Europea por unas Políticas Justas y Eficaces) y ConFAC (Confederación de Federaciones Españolas de Asociaciones Cannábicas) debatió sobre las acciones locales y los retos a los que se enfrentan los CSCs en la región. 

 

Aunar perspectivas entre los modelos suizo y catalán 

El encuentro entre los representantes de los modelos suizo y catalán puso de manifiesto varios puntos de vista. La delegación suiza comentó los detalles de su estudio piloto, así como sus perspectivas sobre los parámetros del programa. Un representante de Zúrich mencionó: «El estudio piloto se encuentra en sus primeras fases, enfrentándose a retos y prejuicios en un campo de investigación y regulación aún emergente». El programa piloto de Zúrich hace hincapié en la educación por encima de las medidas punitivas y pretende dar una respuesta compasiva y eficaz. 

La delegación suiza está realizando encuestas cada seis meses para realizar un seguimiento de los cambios y recopilar datos. La esperanza es que el acceso regulado al cannabis anime a los participantes a explorar diferentes productos y encontrar los que se adapten a sus necesidades, alejándose potencialmente de la búsqueda de las variedades con mayor contenido de THC disponibles. También se reconoció la diversidad de preferencias. Algunos participantes desean consumir cannabis en entornos sociales como un club, mientras que otros prefieren obtenerlo en farmacias y consumirlo en la comodidad de su propio hogar. 

Los funcionarios suizos mencionaron los retos que supone conseguir que algunas personas participen en el programa piloto. «La confianza y la privacidad de los datos suponen preocupaciones importantes para los consumidores de cannabis cuando participan en programas regulados por el gobierno», comentó un delegado suizo. Se refirieron a cuestiones como la privacidad de los datos y la confianza en el programa, añadiendo que los posibles participantes pueden estar preocupados por la recopilación de datos y el posible impacto de futuros cambios gubernamentales en el programa. En ese sentido, se están haciendo esfuerzos para generar confianza entre los participantes en el estudio piloto. 

Los delegados suizos debatieron la posibilidad de permitir a los clubes sociales una mayor flexibilidad en cuanto al número de miembros y las ubicaciones. También destacaron la importancia de la diversidad dentro de los clubes sociales y sugirieron programas de equidad social para fomentar una participación más amplia. Un representante suizo declaró: «Una mayor diversidad y apertura en los clubes sociales sería deseable para una comunidad cannábica más inclusiva y representativa». 

Los defensores del cannabis de Barcelona destacaron el papel del modelo de los CSCs en la creación de una comunidad solidaria, la reducción del estigma y el fomento de la cohesión social entre sus miembros. El grupo suizo elogió la naturaleza participativa de los clubes sociales de Barcelona y su crecimiento orgánico, destacando la importancia de la colaboración. 

El modelo de clubes sociales de cannabis en España y Suiza presenta algunas similitudes y otras diferencias clave. El siguiente cuadro compara los modelos español y suizo. 

Comparación entre los CSCs de Barcelona y Zúrich 

Conclusión 

Los CSCs ofrecen un laboratorio dinámico para explorar estrategias innovadoras de reducción de daños en el consumo de cannabis y enfoques centrados en los derechos de los consumidores. La investigación continua y la recopilación de datos resultarán esenciales para evaluar el impacto a largo plazo del modelo de los CSCs. El proceso requerirá ajustes y una mayor diversidad entre los clubes sociales, con futuras regulaciones alineadas con los principios de reducción de daños y las necesidades de la comunidad. 

La visita de profesionales sanitarios suizos a los clubes sociales de cannabis de Barcelona representa un paso importante hacia la promoción de la colaboración y el aprendizaje compartido. Este intercambio subrayó la importancia de adoptar un enfoque global y fomentar la cooperación internacional para abordar los retos a los que se enfrentan los clubes sociales de cannabis en la actualidad. 

¡Que el futuro de la política de drogas sea colaborativo!

 

FUENTE: ICEERS 

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