sábado 06 de julio de 2024 - Edición Nº543

Interés General | 6 oct 2023

industria nacional

Producción de cannabis con valor agregado

Una investigación del LIDMA apunta a desarrollar el método de extracción y purificación. Podría poner al país a la vanguardia a nivel mundial.


Las legislaciones nacionales y provinciales que autorizaron la investigación y producción de cannabis con fines medicinales son relativamente recientes y todavía las propiedades de la planta no han sido investigadas en profundidad. 

Para poder hacer investigación farmacológica y clínica de calidad es imprescindible contar con los compuestos derivados de la planta en estado puro. Sin embargo, hasta el momento no existen a nivel local métodos de extracción y separación que permitan obtenerlos de esa forma. Tampoco abundan a nivel mundial.

La planta de cannabis genera más de 30 compuestos con efectos farmacológicos de interés. Estos compuestos se dividen en dos familias principales de moléculas: los terpenos y los cannabinoides. Sólo uno de estos, el cannabidiol (CBD), se consigue en el mercado en cantidades suficientes como para realizar investigaciones. Pero hay que adquirirlo en el exterior. 

El resto pueden conseguirse en soluciones muy diluidas y a costos altísimos: una solución de 1 mililitro de alcohol conteniendo 1 miligramo (1mg/ml) cuesta como mínimo 24 dólares en el caso de los cannabinoides más abundantes. Los compuestos restantes, si se consiguen, es a un precio todavía mucho más alto.

Un equipo de profesionales del Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Métodos Analíticos, LIDMA (CIC-UNLP-CONICET), se encuentra desarrollando un proyecto que tiene por objetivo lograr métodos de extracción y separación selectiva de los compuestos principales de esta planta, lo que permitiría producir soluciones en estado puro. Tiene la capacidad de elaborar un instrumento que incorporará valor agregado a la producción de cannabis generando no sólo un insumo clave para la investigación médica y farmacológica sino también un producto exportable de alta rentabilidad.

El valor agregado

En la actualidad, los estudios clínicos se basan en el uso de extractos integrales de la planta de cannabis, cuya composición es una combinación única y circunstancial. Esto es porque no existen todavía métodos de separación y producción que sean reproducibles y escalables. 

“Lo que se necesita es estudiar en base a algo reproducible. Por eso se busca obtener los compuestos puros, es decir, se obtienen puros, se arma una determinada fórmula donde uno tiene controlado qué es”, señaló. 

Obtener los compuestos puros permitiría no sólo profundizar el análisis sobre aquellos con presencia mayoritaria en la planta (CBD y THC por ejemplo), si no también sobre otros componentes que están presentes en una proporción minoritaria. 

“Estas son las multiplicaciones que logran los desarrollos tecnológicos, por eso no está bueno producir en baja manufactura, si no aplicar algún proceso que agregue valor y entonces exportar eso. Es como dijo Belgrano: ‘No exportemos cuero, exportemos zapatos’”, remarcó.

El equipo que acompaña a Gagliardi en este proyecto está conformado por la Doctora en Química e investigadora María Emilia Pacheco; el Doctor en Química y becario postdoctoral Nicolás R. Ronco y la Licenciada en Química y becaria doctoral Sol Giovanonni.

 

Fuente: CIC 

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